
Cada suspiro, cada sonrisilla que saco en los malos momentos, es lo que me hace ser más fuerte de lo que fui . Es lo que me hace decidir por mi misma, sin que nadie lo intente evitar, prefiero decidir sin ayudas, porque sino mis malas rachas pueden hacer daño o que las culpas vayan a varias personas que lo único que intentan es ayudarme.