Todo lo que una vez me vino grande, ahora me viene pequeño.
De nada vale preocuparse por las cosas, hacerse mil preguntas, tratar de entender a ciertas personas. Siempre corres ese riesgo, el de equivocarse, o simplemente el de entender mal. Así que es mejor centrarse en nuestras cosas. Ya se encargará otro de lo demás.
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